La Comisión Federal de Comercio estadounidense (o FTC, por sus siglas en inglés) ha iniciado una demanda por prácticas monopolísticas contra Facebook, que se suma a la presentada recientemente por la fiscal general de Nueva York, Laetitia James, por las mismas razones.

Pero, al contrario que en otras ocasiones similares, en las que Facebook se jugaba ‘sólo’ el pago de multas multimillonarias, ahora estaría en juego su mismo modelo de negocio.

Y es que la FTC exige a la compañía de Zuckerberg, entre otras cosas, que se deshaga de sus otras dos populares redes sociales adquiridas en los últimos años: Instagram y WhatsApp. Según el director de la Oficina de Competencia de la FTC, Ian Conner,

«el objetivo es revertir la conducta anticompetitiva de Facebook y restaurar la competencia para que la innovación y la libre empresa pueda prosperar».

Según la FTC, la conducta de Facebook lo ha convertido en la red social predominante, una posición que sólo el año pasado, le generó unos ingresos de más de 70.000 millones de dólares y beneficios de más de 18.500 millones de dólares.

Laetitia James, que actúa con el respaldo de otros 47 fiscales generales estatales, ha argumentado que

«durante casi una década, Facebook ha utilizado su dominio y su poder monopolístico para aplastar a rivales más pequeños y acabar con la competencia [usando] grandes cantidades de dinero para adquirir potenciales rivales antes de que pudieran amenazar el dominio de la empresa».

Comprar para que no compitan

Dichas adquisiciones son, por supuesto, las de Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014, que según la demanda de la FTC eran potenciales rivales para Facebook hasta que fueron adquiridas por su empresa matriz… extremo que Zuckerberg reconocía en los e-mails revelados hace unos meses durante la audiencia del subcomité antimonopolio de la Cámara de Representes de los EEEUU.

David Cicilline, el legislador que presidió aquella sesión, ha afirmado en un comunicado que Facebook «es un monopolio» y que «ha violado la ley, por lo que debe ser dividida».

Otro ejemplo de comportamiento anticompetitivo por parte de Facebook se refleja en la demanda de la FTC: su decisión de bloquear la búsqueda de amigos desde Vine, cuando este servicio fue adquirido por su rival Twitter.

Facebook ha contestado mediante un comunicado en el que reivindica que ambas adquisiciones fueron aprobadas por las pertinentes agencias reguladoras, y que intentar anularlas 6-8 años después de llevarse a cabo sentaría un precedente peligroso.